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Taxis acuáticos en Nueva York

Al ser Manhattan una isla y por tener un tráfico a veces imposible, una opción posible para moverse por la ciudad de Nueva York es el uso de taxis acuáticos. Estos servicios evitan todos los atascos y pueden ser muy útiles para recorrer distancias que se hacen muy largas si se debe usar la carretera.

taxi agua

El mayor inconveniente de los taxis acuáticos en Nueva York está en que a veces no basta con uno para llegar al punto que necesitas. Al estar en el agua uno se ve obligado a desplazarse hasta el mar o el río Hudson y entonces al llegar al destino es posible que de nuevo uno se vea obligado a usar un taxi terrestre para llegar al objetivo final.

taxi-newyork-water

A principios del siglo XX John Pieport Morgan popularizó esta forma de transporte, empleando su yate privado para desplazarse desde la zona donde vivía (próxima a Central Park) hasta el área financiera, en el Lower Manhattan.

Hoy en día cualquiera de nosotros puede permitirse este pequeño lujo, pues sus precios son desde luego tolerables para cualquier bolsillo.

Tipico desayuno de Nueva York

Desde La Foto Diaria de Nueva York, un típico desayuno newyorkino.

Un bagel tostado, un poco de queso cremoso, otro de cebolla. Un café americano, con mucha agua. Este es el típico desayuno de Nueva York. También venía con una rodaja de tomate, pero preferí no comérmela porque no me apetecía.

La foto es de Artie’s Delicatessen. Ahí además lo incluyen con una ensalada de col y pepinillos, como puede apreciarse en las fotografías.

Bagel con queso y salmón y café En segundo plano, una pequeña fuente de ensalada de col. El bagel ya tiene los minutos contados

Fuente: NYC daily photo (las fotos también son suyas).

Comida americana

En general suele decirse que en Estados Unidos se come fatal. Y tiene su parte de razón, pero es uno de los tópicos sobre Estados Unidos que merece la pena refutar.
Diría que en lugar de comer fatal, uno tiene multitud de opciones de mala calidad y un precio muy razonable. Empezando por las cadenas de comida rápida. Pero esa es una versión muy simplista de la realidad de la comida que América nos ofrece.
La tradición culinaria americana es eminentemente europea, por lo que aunque los platos son un poco diferentes, no lo son demasiado y en general uno encuentra los mismos tipos de comida que en Europa: abundan los restaurantes de comida italiana y hay muchos de griega, francesa sin que falten los turcos, españoles o alemanes.
La variedad se vuelve tan exótica como uno quiera. Nueva York es famoso por sus restaurantes de comida etíope. Hay restaurantes de todos los países del mundo conocido.
Lo que ocurre a veces es que la gente prefiere economizar en la comida, porque insisto, hay comida barata que no está tan mal. Y entonces uno puede sobrevivir en Estados Unidos comiendo por unos pocos dólares, mientras se pagan cantidades obscenas por la habitación de hotel o desplazamientos en avión.
Pero la realidad es que en los supermercados hay una variedad de ingredientes enorme y muchos de ellos son de altísima calidad. Ahora bien, si una familia promedio prefiere comprar pollo frito y patatas de bolsa, es su problema. Lo cierto es que hay decenas de variedades de frutas, algunas frescas, otras troceadas listas para comer, infinidad de zumos, bebidas recién exprimidas, alimentos orgánicos, bajos en calorías, etc.
En los restaurantes uno tiene algunos de los mejores del mundo en Nueva York (y otros tantos en San Francisco, Los Ángeles, Boston, Chicago). Pero son restaurantes caros y exclusivos, no se puede llegar en playeras y esperar encontrar mesa y comer por menos de 30 euros.
Como líneas generales, destacaría que la verdura que se encuentra en el país es excelente (tienen una agricultura muy industrializada con un clima muy favorable). La carne es difícil de superar, por razones similares. Hay abundante marisco y pescado en las regiones costeras. El queso americano y la leche también tienen un gran sabor.
En un post posterior entraremos en materia sobre las opciones más interesantes de la comida americana, pero a nivel mundano: las hamburguesas tendrán un lugar de excepción.

Las ofertas trampa de agencia

En los viajes a Estados Unidos el descaro de las ofertas de las agencias de viajes alcanza límites intolerables.
Ahora que las aerolíneas tienen que desglosar al céntimo cada uno de los gastos y mostrar precios finales en sus ofertas, las agencias de viajes siguen aprovechándose del vacío legal para presentar ofertas absolutamente falsas.
Por ejemplo, ahora está de moda decir que en Estados Unidos por la crisis y la devaluación del dólar, atan a los perros con longaniza y que todo está barato o casi regalado. Esto desde luego no es cierto, pero es que además no todo el monte es orégano.
En Estados Unidos hay ciudades y ciudades. Detroit puede tener alojamientos baratos pero no ocurre así en Nueva York. Y unas cosas son baratas como la ropa mientras que otras son bastante caras en comparación con Europa, como puede ser el alojamiento en los hoteles.
El caso es que las agencias se suben al carro de los chollos y presentan ofertas como “9 días en Nueva York desde 900 euros”.
Vamos a desglosar el timo de esta oferta:
En primer lugar no suelen ser 9 días. Porque pasas por lo menos uno entre aviones y aeropuertos. Luego resulta que sólo hay que reservar 7 noches de hotel. Pase.
El precio variará en función de los vuelos. Por supuesto que hay vuelos con precios interesantes a Estados Unidos, pero por lo general no hay gangas bestiales. Por menos de 500 euros es casi imposible encontrar un vuelo a este país desde España (otra cosa es que la gasolina baje mucho dentro de unos meses y esto quede desfasado). Por eso llegas a la agencia y si pides unas fechas medianamente razonables (saliendo o volviendo un fin de semana) no encuentran ningunos vuelos o estos son carísimos. Sólo el vuelo puede costarte ya más de 900 euros si quieres unas fechas específicas.
La diferencia de EEUU con vuelos a destinos europeos es que del chollo al precio más o menos normal la diferencia puede ser gigantesca. Y el chollo tendrá siempre un coste mínimo. Nadie te llevará a EEUU por 100 euros porque en tal caso la aerolínea perdería dinero contigo.
Luego llega el asunto del hotel. Nueva York tiene alojamientos caros. Los alojamientos baratos son infames o están situados en el quinto pino o en zonas muy malas. No hay milagros en una ciudad que recibe millones de visitantes diarios, ya sean turistas, viajeros de negocios o por traslados entre ciudades, visitas a familiares etcétera.
Cualquier hotelucho puede llenar todas sus habitaciones con poco esfuerzo y por eso no hay chollos. La oferta gancho imposible de encontrar siempre es en un hotel pésimo. Y no te digo que la habitación sea mediocre, te estoy hablando de un lugar en el que no vas a dormir a gusto.
Un día me preocupé de mirar al detalle una de estas ofertas. Vi el hotel que ofertaban y busqué opiniones en TripAdvisor. El hotel en cuestión estaba en New Jersey, o sea, no sólo fuera de Manhattan, sino también de la ciudad de Nueva York.
Las comunicaciones eran molestas: había que tomar un autobús que te dejaba cerca de una parada de metro para luego ahí trasladarse con el subterráneo a Manhattan. Esto es un gasto que no se puede obviar. Gasto de tiempo y de dinero, porque hay que pagar esos viajes de autobús y de metro (aunque sólo salieras y volvieras del hotel, ya son dos billetes de autobús y otros dos de metro que sumar a tu factura por el total de viaje).
Lo curioso de este hotel era que si bien la ida no era tan problemática, la vuelta se complicaba.
El autobús que llevaba al hotel se tomaba en una zona bastante mala, por lo que uno se ve obligado a no trasnochar mucho si no quiere encontrarse en el mismísimo infierno. No es bueno eso de visitar sitios que den miedo. Pero bueno.
Unos viajeros comentaban que el autobús de vuelta en horario más tardío dejaba en frente del hotel, pero con toda la autopista en medio, sin posibilidad de cruzar normalmente. Tras muchos minutos angustiosos estos viajeros se vieron obligados a llamar a un taxi que simplemente les cruzara la calle.
Al final se veían obligados a volver antes de las nueve de la noche. Ni qué decir tiene que Nueva York sin su vida nocturna es una enorme pena.
En fin, que estas ofertas tienen una función básica: desanimar al viajero que se lo monta por su cuenta. Tú buscas hoteles que estén bien y vuelos razonables y te plantas en 1.500 euros para nueve días. Luego vez la oferta de la agencia, por casi la mitad de lo que tú has visto y te hace sentir tonto, como que no sabes buscar en Internet.
Y la verdad es que cuando buscas por tu cuenta eres más exigente, porque eliges hoteles que te gustan en buenas ubicaciones, y vuelos con compañías fiables. Mientras que cuando viajas con agencia estás dispuesto a aceptar cualquier cosa, confiando en que si algo no te gusta les podrás denunciar luego, lo que no siempre es verdad.
Si sólo quieres pasar unos días en Nueva York es absurdo contratar a una agencia. Es como si vives en Málaga y te vas a Valencia con una agencia de viajes. Pareces poco menos que retrasado. Si quieres ir a Nueva York necesitas un vuelo que puedes encontrar a buen precio en Internet y una reserva de hotel. Nada más, el resto son trivialidades.
Hasta las excursiones las puedes contratar aparte, sin tener que hacer todo lo demás con la agencia.

Kiehls en Nueva York

Una visita obligada para todo aquel que vaya a Nueva York es alguna de sus famosas tiendas de cosméticos Kiehl’s.
A diferencia de otras cadenas que basan su imagen en diseños modernos y en campañas de publicidad espectaculares y costosas, Kiehl’s es del todo austera. Su arma es la mejor de todas: la calidad.
Los botes de productos de Kiehl’s son totalmente austeros: un bote de plástico y una pegatina escueta, más parecen propios de una cooperativa que de una cadena de cosméticos. Los dependientes de las tiendas en lugar de jovencitas modernas y simpáticas tienen pinta de farmaceúticos.
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Y es que esa es la gran diferencia respecto de la competencia. Ellos crean productos que funcionan, que ayudan a los problemas de la piel y el cabello. No tratan de crear cremas que huelan muy bien, que hagan mucha espuma o que tengan un bote digno de guardar en un museo. Sus productos son extraordinarios, de primera calidad en casi todas las facetas. Y naturales de verdad. Por ello tienes que ir a Kiehl’s.
Kiehl’s lleva desde 1851 en que se abriera la primera tienda en Nueva York. De ahí que su principal tienda, la situada en la Tercera Avenida, sea casi como un museo de la cosmética. Pero un museo en el que la VISA acabará echando humo.
La dirección exacta y los horarios de apertura de Kiehl’s son:
109 Third Avenue, entre las calles 13th & 14th.
New York (212) 677-3171
Lunes a Sábados: 10 am – 8 pm
Domingos: 12 pm – 6 pm.
Otra tienda más pequeña pero donde puedes encontrar también sus productos está en el Upper West Side:
154 Columbus Avenue, entre las calles 66th & 67th.
New York (212) 799-3438
Lunes a Sábados: 10 am – 8 pm
Domingos: 11 am – 7 pm

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Todos los restaurantes de Nueva York

Lo habitual es tener una lista de restaurantes recomendados para cada barrio. Por ejemplo, Manhattan, la experta del foro de Nueva York en Los Viajeros, ha recomendado por activa y por pasiva el restaurante Bubba Gump:

Cubos de zinc con gambitas rebozadas, aros de cebolla, cerveza gigante fresquita.

El restaurante está en Times Square, muy céntrico.
Pero muchas veces el sitio al que queremos ir está lleno, o cerrado. O estamos lejos de algún sitio conocido, o no es justo lo que nos apetece. Entonces se improvisa: se mira un sitio por encima, se cruza los dedos, y se entra. El timorato irá sobre seguro y se meterá en una cadena de alguna franquicia, para evitar malas experiencias.
Siempre he echado en falta un listado de restaurantes, como un diccionario. Que veas un sitio y a golpe de vista mires en el diccionario y sepas algo, por lo menos sobre si es bueno o no, y si es caro o no.
Aprovechando que Nueva York es la ciudad más documentada del mundo, he tomado uno de estas páginas de restaurantes, he sacado el listado completo y los he ordenado por barrios y por nombre. La información es básica:
*Barrio del restaurante.
*Nombre del restaurante.
*Dirección exacta.
*Valoración de los usuarios. De 1-5. 0 significa que no hay valoraciones.
*Precio orientativo. De 1-5.
bubba.png
En este trocito, podemos encontrar el Bubba Gump, situado en el barrio MW, que según la leyenda es el Midtown West, vemos la dirección completa: 1501 Broadway con la 44th.
Lo más útil es que a golpe de vista tenemos una valoración: 3.5 sobre 5, y de precio $$$, o sea, razonable sin ser barato. Esto no deja de estar basado en comentarios de personas que pueden ser sesgados o poco representativos.
La mejor información está siempre en Internet, pero la mayoría no andamos por la calle con un ordenador portátil, y menos en las vacaciones. El listado recoge TODOS LOS RESTAURANTES DE MANHATTAN y ha sido tomada de esta tan famosa como recomendable página: Menupages. No sólo restaurantes finos, también baretos para desayunar, y hasta sitios de take away, comida para llevar.
Los barrios se dividen siguiendo el criterio que ellos asignan, y este mapa:
mapa-restaurantes.png
Os dejo el listado (gigantesco, pues tiene información de más de 4.300 restaurantes, no incluye Brooklyn) en tres formatos:
restaurantes.txt, compatible con cualquier formato y fácilmente exportable.
restaurantes.xls, en excel, con formato ya de letra apretada optimizado para la impresión.
restaurantes.pdf, un fichero ya imprimible.
Está todo apretado al máximo, los barrios vienen con abreviaturas que se detallan en el pie, todo con la idea de matar los menos árboles posibles y no ir con un libro en nuestro peregrinar por Nueva York.
Tiene 45 páginas, a letra pequeña. Si se imprimen en folios por los dos lados, ocupa un tamaño razonable para echarlo en la mochila.
Yo me he aprovechado de una utilidad de la impresora supermoderna de mi trabajo que permite imprimir varias páginas en una misma hoja. Si se imprimen cuatro páginas por cada cara el tamaño es minúsculo, pero suficiente para tener una referencia, se ve el texto sin necesidad de lupa y sólo son ¡6 folios!
Descargar el listado de restaurantes.

Mapa de Nueva York

Quizás el mejor mapa de Nueva York que exista en el mercado es el StreetWise Manhattan.
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No es un mapa convencional: cada detalle está pensado al milímetro, no trata de ser una copia de las calles de la ciudad, sino que está pensado desde el punto de vista del turista o el nuevo habitante de la gran manzana, qué puede necesitar en cada momento.
Esta fabricado en un papel plastificado, con lo que es resistente a los líquidos (puedes consultarlo aunque esté lloviendo y dejarlo sin miedo en la mesa de la cafetería).
En la parte frontal tiene una vista general de la isla de Manhattan. Se muestran las calles principales, barrios, paradas de metro y algunas de las principales atracciones. Ante la previsible saturación, prefieren obviar antes que mostrar demasiado. Mirad por ejemplo el detalle del barrio de Chelsea:
mapa-nueva-york-chelsea.jpg
El código de colores es también algo muy práctico, a golpe de vista reconoces lo que buscas:
mapa-nueva-york-clave.jpg
O la forma de señalar las líneas de metro:
mapa-nueva-york-metro.jpg

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Practicas de tiro en Estados Unidos

Desde luego, Estados Unidos es también famoso por las armas. A los europeos, acostumbrados a verlas muy de lejos, nos inspiran respeto, miedo y sentimientos negativos.
Por ello cuesta entender la costumbre tan asentada de tener armas, el cuidar de ellas, coleccionarlas. Y disparar.
¿En cuántas películas americanas no hemos visto cómo dos policías demuestran su habilidad en un recinto cerrado para prácticas de tiro?
Los campos de tiro son muy habituales en los Estados Unidos. En ellos pueden refrescar su puntería los policías, soldados, guardas de seguridad, cazadores y también cualquier persona que disfrute con el uso racional de las armas.
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La existencia de estos lugares donde practicar la puntería está mucho más generalizada en ciertos estados “amigos de las armas” como Kentucky, Tennessee, Florida, Alabama, Georgia, New Hampshire, Arizona, Nevada, y Utah.
En otros estados americanos hay mayores restricciones al uso de las armas y estas por tanto no resultan tan populares. De ahí que no haya tantos lugares donde practicar el tiro. Nueva York y California son dos de estos estados más restrictivos.
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Las balas pueden encontrarse hasta en los centros comerciales, como Wal-Mart, a precios realmente bajos (19 dólares por 100 balas de un calibre bajo).
Los campos de tiro son como las boleras. Si eres un habitual, lo normal es que lleves tu propia pistola y el equipo necesario para las prácticas. Sólo pagas por alquilar una zona de tiro, y en muchos casos el ser miembro de una sociedad te da derecho a una especie de tarifa plana.
Para los que se acerquen modestamente siempre existe la posibilidad de alquilar un arma, las balas, las gafas protectoras y todo el equipamiento que consideres necesario para tu seguridad.
Los campos de tiro (shooting ranges en inglés sin quieres ampliar tu información) pueden ser al aire libre o interiores. Los campos al aire libre están empezando a sufrir persecuciones por la degradación de la naturaleza. Estos lugares están severamente dañados por la cantidad de plomo que en ellos se encuentra. Cada vez son menos y las restricciones mayores.
Los campos en pistas cerradas pueden parecer un poco claustrofóbicos, por las medidas de seguridad y las limitadas dimensiones y condiciones de aislamiento. Para proteger las instalaciones sólo se permiten armas de un calibre limitado según una medida que se indica en cada campo de tiro.
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Las pistas se alquilan por horas, múltiplos o fracciones de una hora son lo habitual y los precios rondan los 20 dólares por una hora. El alquiler de protecciones para oídos y ojos son apenas unos tres dólares más.
Una excursión atípica en Nueva York puede ser a una de estas instalaciones de tiro. Esto sí que es true american. Veamos por ejemplo la West Side Pistol Range.
Situado en la 20th con la 5ª avenida, muy cerca de Broadway y el Madison Square Park.
Como en Nueva York hace falta un permiso para disparar armas de calibre superior al 22, estas pistas de tiro permiten a cualquier hacerlo, siempre y cuando tenga más de 18 años y esté dispuesto a pagar 50 dólares. Seguro que la experiencia merece la pena.
Si no tienes experiencia con las armas o estás un poco desactualizado, tienes que pasar un curso elemental con un instructor que estará contigo comprobando que no haces nada mal una vez pases a la sala de tiro.
Si eres nuevo, un rifle del calibre 22, más el curso de formación, más una caja de munición y todo lo necesario para tu práctica sólo te costarán 50 dólares.
Si quieres algo más gore, un fusil de 9 milímetros, por 75$ con las mismas condiciones.
En este campo de tiro están acostumbrados a los novatos, turistas y curiosos que quieran aprovechar su paso por el país de las armas para desquitarse de esos oxidados fusiles con los que tuvieron que practicar en el ejército, o de ese servicio militar que no tuvieron la oportunidad de hacer.
Fuentes y más información: Artículo de la Wikipedia sobre Shooting Ranges.
Las fotos han sido tomadas de la Wikipedia y son de libre distribución.

Museo Americano de Historia Natural de Nueva York

El American Museum of Natural History (Museo Americano de Historia Natural) en Nueva York es uno de los más grandes museos del mundo y uno de los más reconocidos por lo que es de visita obligada para el turista que visite Nueva York.
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El museo se fundo en 1869 y el padre del presidente Theodore Roosvelt fue uno de los principales valedores del mismo.
El museo es tan extenso que alberga numerosas áreas diferenciadas y ocupa casi toda la superficie de la Manhattan Square. Posee más de 32 millones de expecímenes y en el museo trabajan, además del personal habitual de museos, más de 200 científicos.
Todos los años se celebran más de 100 exposiciones diferentes. Las actividades interactivas, las visitas guiadas con extensas explicaciones son constantes en todo el museo.
De entre las piezas expuestas más significativas caben destacar:
LOS DIAMANTES GIGANTESCOS
La Estrella de la India, el mayor zafiro del mundo con un peso de más de 100 gramos. O el diamante Eagle, probablemente el más grande de todos los que habían en Estados Unidos. O el rubí DeLong Star, también uno de los más grandes del mundo.
Estas tres joyas fueron robadas en los años sesenta. Salvo el diamante Eagle, que se da por perdido para siempre, las otras dos consiguieron ser recuperadas.
También son excepcionales el topacio Brazilian Princess, el más grande del mundo, o la esmeralda Patricia, también una de las mayores de su género.
La Harry Frank Guggenheim Hall of Minerals es una enorme sala repleta de algunas de las piedras preciosas más singulares que existen en el mundo.
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Uno de los meteoritos que pueden verse en el museo.
LOS DINOSAURIOS Y FÓSILES
El Museo Americano de Historia Natural posee la mejor y más extensa colección de dinosaurios de todo el mundo. Las mejores piezas están almacenadas y no se exponen al público. Impresionantes esqueletos de elefantes y ballenas ocupan las enormes salas del museo dedicadas a presentarnos todo tipo de animales, actuales y antiguos.
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Desde luego que la mayor atracción dentro de este apartado y probablemente del museo en general, son los dinosaurios. Las mejores piezas son las siguientes:
Un Tiranosaurio Rex, compuesto casi exclusivamente con los huesos de dos especímenes encontrados en Montana. Aunque solo fuera por él, ya merece la pena visitar el museo.
Varios mamuths.
Un apatosaurus, otro gigantesco dinosaurio, del que se conservan casi todos los huesos salvo el cráneo, que se ha tomado de otro ejemplar hasta conseguir mostrar un esqueleto completo de este impresionante dinosaurio.
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Numerosos dinosaurios diferentes.
Un amonites, especie de molusco fósil, de gran tamaño. Estos animales se extinguieron hace 65 millones de años. El que aquí se expone fue hallado en Alberta, Canadá.
LOS DIORAMAS
La colección de dioramas del museo es también la mejor que existe en todo el mundo. Un diorama es una representación tridimensional de una escena, una especie de escultura pero de grandes dimensiones. Los dioramas que se exponen en el museo son los más expectaculares que existen, no solo por su tamaño sino por su valor artístico e histórico.
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EL PLANETARIO
Uno de los primeros planetarios que se fundaron fue el de este museo, en 1935. En el año 2000 fue derribado el antiguo edificio y creado uno nuevo. Esto no estuvo exento de polémica. El planetario muestra diferentes exposiciones, muy interesantes.
Datos de interés sobre el museo:
Pagina web oficial del museo.
Horario: de 10:00 a.m.- 5:45 p.m. Abre todos los días del año, excepto Navidad y Acción de Gracias.
Entradas: Pueden comprarse en el propio museo, o bien por teléfono o por Internet (estas opciones tienen un recargo). Teóricamente es gratis pero hay un “donativo recomendado” de:
Adultos: $15.00
Niños(2-12): $8.50
Jubilados/Estudiantes, con carné: $11.00
Situación: 79th Street and Central Park West
Líneas de Metro B ó C, la estación más próxima es la de 77th Station.

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